Caminando por la senda equivocada.

lunes, 31 de enero de 2011

Pensar

Tiempo que podría aprovechar con otras personas, obsesionado con una idea que nunca se concretará, idealizando una historia que jamás ocurriría. Frustrado caminé, miré hacia abajo, nunca había influído tanto una persona en él, en realidad, era la primera vez.
La música era un alivio, pero a la vez hacía pensar más y multiplicar el sufrimiento. La idea de desaparecer aparecía, las ganas de escribir también. Acompañado de personas que mañana no estarán, cegado a las que ahora son principales, soñando que la vida tendrá ese detalle que no entiendo.
La canción indicaba "esta noche", pero en otro idioma. Sueños que se derrumban, ganas de empezar de nuevo, empezar para fracasar una vez más.
Recuerdos de lo que pasó hace 24 horas exactas, del mismo sentimiento de mierda que ya había pasado por mi habitación, de este placer de mierda que llega a provocar tristeza,.impaciencia, desesperación, creo que no soporto más.
Ahora las cosas cambian, las palabras ordenadas hacen que se vea todo mejor, los sentimientos negativos empiezan a disiparse y la música se transforma en algo alegre. Esperemos unas nueve horas, esas que no son como las siguientes nueve; esas que no se pueden interpretar con palabras y te obligan a seguir escribiendo...agradable, grato, nadie entenderá lo que siento.

viernes, 21 de enero de 2011

Un sueño de alguna noche de verano.

Como agarrado de una cuerda que es tirada por una lancha, con miedo a mojar el dinero, con miedo a perder la vida, esquivando remos de botes que pasan sin mirar, le pregunté a mi compañero si la billetera se iba a mojar, me prometió cuidarla,yo viví el momento, viví, sentí el agua en mis piernas, en mi tronco, en mis venas, no veía hacia al frente, estaba pendiente de esquivar aquellos remos, a veces debía esquivar personas, el miedo anterior... desapareció. Dejó de existir.

sábado, 8 de enero de 2011

Sigo esperando

Esperaba que pasaran las horas, quería ver caer la noche, quería que el sol fuera a descansar, esperaba con ansias el momento, ese momento extraño, donde el corazón late más rápido, donde las miradas pueden durar horas, quería estar contigo para siempre, vivir entre tus brazos hasta que la eternidad no pueda más, vivir rodeado de sentimientos que no se explican con palabras, vivir encantado con el sólo hecho de estar contigo, vivir pensando que el momento nunca pasará; así me pasaba la tarde completa...esperando. Esperando algo que estaba sólo dentro de mi imaginación. 

jueves, 6 de enero de 2011

Así pasó...se perdió en el tiempo.

Jamás podría olvidar aquella tarde, fueron casi seis horas de sentimientos revueltos, de confusión, de nervios, de felicidad y tristeza a la vez. Al principio el calor del sol servía de excusa para compartir un trago. La conversación era amena, la confianza crecía rápidamente. Los latidos del corazón iban cada vez más rápido. Por lo menos para el hombre que vestía esa polera naranja.
Ella quizá más tranquila, los abrazos eran lo mejor, las voces tiernas, la música de fondo, las horas pasaban y el sol se ocultaba.
Empezaba a helarse el ambiente, una manta cubría los dos cuerpos enamorados.
Luego de tan perfecta tarde, quedó el confuso recuerdo y la pena enorme por no encontrar nuevamente ese montón de sentimientos extraños.