Caminando por la senda equivocada.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El lugar, ella.

En el mundo de sueños que vivía sentía muchas cosas: pena, enojo, alegría y confusión,
Muchas veces no entendía porqué había nacido en un sueño,
muchas veces me preguntaba si era la única persona que soñaría por siempre.
No entendía el porqué de este lugar, no entendía porqué era todo tan verde,
¿por qué corría el agua bajo mis pies? la música acompañaba el baile de aquellos seres inexistentes, aquellos duendes que solían tomar cerveza y reír.


Uno que otro se sentaba a escribir lo que veía, apoyado en un árbol grueso, de hojas verdes.
Por las noches, la princesa del castillo, se asomaba a buscar a su príncipe azul que jamás llegaría,
las hadas iluminaban el bosque, volaban juntas, volaban alegres, volaban siempre,
como si lo demás dejase de importar.


Caminé mirando el gran reloj, el reloj blanco que indicaba las diez.
Era hora de existir, era hora de cruzar por debajo de aquella torre blanca;
al otro lado estaba ella, esperando como lo había hecho yo hace años.
Lucía melancólica, su cabello rubio y liso me encantaba, no compartimos ninguna palabra,
nos miramos, sonreímos y caminamos en busca del lugar que nos pertenecía.
Le tomé la mano, me detuve, caí al suelo y desperté.
(...)

1 comentario:

  1. Me encanta como escribes, ¡ qué bien te haría desarrollar tu espíritu! Tener actividades de más peso, pero primero tienes que vivir tu juventud, experimentar, actuar, pensar, como todos los jóvenes, el día que descubras que la felicidad que todos buscan, está tan cerca y no la ven,te diré que está dentro de nosotros mismos, y no necesitamos nada externo para ser felices, el contento viene de adentro.Te sugiero que leas mucho, buenos escritores, tu te vas a destacar a medida que te cultives.

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