Ya no era lo mismo que antes, ya no importaba tanto, los días ya no pasaban tan lento, en realidad, ahora pasaban más rápido. Sonaba extraño al decirlo, pero era muy normal al pensarlo, la música en el fondo ya no significaba lo que hace cuatro meses sí.
El miedo siempre presente, la incertidumbre y la irrealidad, un par de lágrimas de cansancio, un par de risas a lo lejos. La verdad: no tenía sentido seguir escribiendo, el anciano tenía razón.
Ahora...perdón, a seguir como siempre, hacia adelante, hacia al frente, hacia la única dirección existente.
Es tan distinto cuando empiezo a hacer esto, es tan fácil mover las manos y ordenar palabras.
La memoria de 18 vidas anteriores, la memoria de momentos felices que no regresan, la memoria de amigos que: ¿quién sabe donde están? Gracias por hacer que mis 18 primeras vidas resultaran perfectas. Esperemos 24 horas, a ver si la que se aproxima resulta ser igual.
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