Caminando por la senda equivocada.

lunes, 17 de septiembre de 2012

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Tranquilo papá, Félix Soumastre  es buena onda


            Soumastre, conocido por ser conflictivo, soberbio y desagradable, resultó ser una de las personas más sencillas y amigables que he conocido. Una faceta distinta, pero en un ambiente noctívago y bohemio, digno de un personaje mediático como él.

Por M Patricio Campos
           
Calle San Martín en Viña del Mar, clima frío de invierno. Me recibe una chica en la puerta del Pub Margarita. Le pregunto por Félix Soumastre y me indica con el dedo su ubicación exacta. Pienso en su personalidad conflictiva y me entra un poco de pánico. ¿Será realmente como se ha mostrado en televisión?

Reunidos en el lugar, iniciamos una conversación curiosamente amena, la cual demuestra de inmediato la faceta poco conocida de Soumastre: amigable, con mucho sentido del humor y muy dispuesto a cooperar con la entrevista.

De los hobbies, de la tele y de la fama

Reconoce que no bebe alcohol, mas que en situaciones especiales. Al parecer esta es una de ellas, ya que ordena un vaso de amaretto con tres hielos. Lo acompaña su amiga Tracy, quien no es reconocida públicamente. Félix enciende un cigarrillo, bebe un sorbo de licor y se posiciona dispuesto a recibir preguntas.


Soumastre trabaja como DJ de música Psy Trance hace catorce años en Santiago, estudia periodismo en la Universidad del Pacífico de Las  
                                                                                                                                                                                             Condes, y se hizo conocido por su participación en                 
dos reality shows de Canal 13. Además, entró al programa juvenil Yingo a “marcar diferencia con los ignorantes que trabajan ahí”.


La gente sentada en las mesas continuas observa a Félix como preguntándose si de verdad es él, pero Soumastre no se ve preocupado de aquello. Se ríe mucho al contar sus anécdotas y enciende un cigarro tras otro, así como un verdadero adicto al tabaco.

El miedo y la incertidumbre por la posible personalidad del ex galán de Amor Ciego, ya desapareció. Ambiente reconfortante. Félix interrumpe la conversación cuando el garzón se acerca, dice: “ya, amigo, va a empezar el partido”. Se cambia el canal y la mirada de Soumastre se desvía hacia la pantalla, para ver fútbol: juega Universidad Católica contra Blooming de Bolivia. “Compartimos el amor por el mismo equipo, hueón”, me dice cuando menciono que me gusta la UC.



Resulta que Félix no era como se veía en la televisión. ¿Y todas esas peleas en los reality eran reales o no?, le pregunto entre la oscuridad del recinto viñamarino. “Yo tengo una paciencia enorme, pero lo que se ve es sólo una parte del asunto (…) Dime qué marihuanero no tiene paciencia”, me dice con una sonrisa amigable, pero imponente.

Marihuana y consecuencias

El tema de las drogas es necesario conversarlo, pienso. “Yo jamás le he vendido droga a nadie. Tenía la planta en mi departamento, para mí. La primera regla para la gente que carreteaba en mi casa era que nadie, pero nadie, podía sacar marihuana de ahí”.                                                   
                                                                                                
La música suena despacio, el partido de fútbol no posee audio. El amaretto ya va en la mitad y Tracy se ríe mientras Félix conversa del conflicto que vivió con Carabineros el año pasado. Se nota que está tranquilo consigo mismo, Félix no es un delincuente, es más, se nota que posee educación y principios muy bien formados.

“En todo caso, cuando la policía se cansó de buscar bolsas preparadas con marihuana listas para la venta o algún otro tipo de droga, me quitaron las plantas y se fueron. No pagué multa ni me fui preso”, declara entre la noche del recinto y las conversaciones de las mesas contiguas.

            Finalizó el partido de Católica con victoria para los chilenos por goleada. Se nota la felicidad en el rostro de Soumastre. “De acá nos vamos a celebrar al pub Hollywood y aprovechamos de pasar a saludar al Negro”, le dice a su amiga mientras toma su mano románticamente.

            “¿Te sirvió de algo la entrevista?”, pregunta con un tono simpático. Está claro que todo lo negativo que podía haber visto en televisión estaba borrado y remplazado por esta personalidad acogedora y amigable que genera Félix Soumastre.

            Paga la cuenta, deja propina, abraza a Tracy, se despide de los garzones dando las gracias, le abre la puerta a su amiga, prende un último cigarrillo y se pierde entre pasos lentos hacia el pub que está a la vuelta de la esquina. 

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