Caminando por la senda equivocada.

domingo, 24 de abril de 2011

Rocas en el mar, risas en el viento.

Así con las desiluciones amorosas,
aunque miraba a los dos ancianos conversando y la vida parecía estar bien,
ya habían vivido quizás cuantas aventuras juntos,
amigos de ¿quién sabe cuando?,
ambos con el pelo blanco, camisa clara y chaleco.


Risas que no terminaban, me pareció ver como si recordaran muchas cosas,
otra señora, bastante cerca, leía un libro con sus anteojos marrones,
estaba tranquila, más bien, relajada, luego dejó de leer y contempló el mar con nostalgia.


Una pareja salía del hotel, promediaban los cincuenta años,
ella lucía radiante, él: feliz, tranquilo,
la tomó en brazos y dio una vuelta, sellaron todo con un beso cariñoso.


Confusión y recuerdos, rocas tapadas por el mar, ideas deprimentes,
frustración sin sentido, gente en la que ya no confías,
música más alegre para dejar este papel así como está,
positivismo perdido: ya vendrá, me largo.

1 comentario:

  1. El positivismo lo recupera uno mismo, al ver que sólo uno es gris y lo demás puede resplandecer si yo lo quiero así.

    Muy buen escrito!

    saludos :)

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